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debacle

Un poema

Un poema

Madrigal

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

 

Gutierre de Cetina, poeta sevillano del Renacimiento.

2 comentarios

Joan -

Son los ojos de la persona amada, y no hay mirada más hermosa. Como sabes, me encantan tus enormes ojos marrones y saltones, encanto. ¡Muaaahhhhhh!

Félix -

Los ojos que nos miran ¿son otros?