
Ese eres tú. Porque me rondas y recorres grandes distancias para verme, admirarme, mimarme y protegerme. ¡No podía yo aspirar a mejor fortuna! Me siento orgulloso y feliz, cariño mío, tremendamente feliz de que existas y de que seas como eres. Con tu sencillez y modestia naturales, le quitas importancia a tus proezas; incluso a veces te acusas inmerecidamente de ser rudo, tosco y frío. ¡Nada de eso! Quita esos conceptos erróneos de tu cabecita, cariño. Me gustas tal y como eres. Por lo que muestras, lo que expresas y lo que dejas entrever. ¡Y todo ello me encanta! ¡Te quiero! Déjame amarte sin límites y disfrutar de tu grata compañía y permíteme que te siga descubriendo. Muchos, muchos besos a mi muchachote hermoso y precioso.
0 comentarios